martes, 6 de enero de 2015

THE IMITATION GAME




A veces las cosas son mucho más sencillas de lo que queremos o pretendemos. Por eso Morten Tyldum, un director noruego que se dio a conocer internacionalmente con su tercer largometraje, "Headhunters", ha logrado una auténtica maravilla rodeándose de unos extraordinarios elementos que desgloso: una lograda ambientación de la época gracias al maquillaje, el vestuario y, realmente, todo un diseño de producción que te transporta hasta los años durante los que transcurre la acción; una impecable banda sonora compuesta por el prolífico Alexandre Desplat que huye de artificios para centrarse en acompañar a la historia; un magnífico encuadre visual obra del director de fotografía barcelonés, Oscar Faura, habitual en el cine de Bayona; un formidable montaje del oscarizado por Argo, William Goldenberg que viaja en el tiempo de una a otra etapa en la vida del protagonista sin complicaciones, sin aspavientos; una interpretación merecedora de cualquier premio a cargo del consagrado Benedict Cumberbatch que borda el personaje de Alan Turing en las dos épocas que le corresponde representar (la película narra también un episodio de su adolescencia con un Alex Lawther que consigue prolongar el trabajo del maestro Cumberbatch); unos secundarios brillantes entre los que destacan dos ilustres veteranos británicos: Mark Strong y Charles Dance. Y todo ello para trasladar a la pantalla un guión que narra con absoluta naturalidad y claridad una interesantísima historia que, a buen seguro, contribuyó a cambiar el curso de la Historia y que debe de servir como lección a una sociedad actual, hipócrita y ambiciosa por igual, que lleva tiempo cometiendo los mismos errores que antaño. 

Me gustaría evitar mencionar a Keira Knightley porque sin ser su peor actuación, es lo más flojo de este trabajo de 114 minutos que se pasan en un suspiro, que te reconcilia con el cine clásico y que resulta sumamente recomendable para todo tipo de público, sea o no conocedor de la vida de Alan Turing, el excéntrico matemático que trabajó durante la Segunda Guerra Mundial para tratar de descubrir el método de encriptación del famoso Código Enigma nazi.

LO MEJOR: El conjunto de soberbios elementos que componen la obra

LO PEOR: Keira Knightley

NOTA: 8´5



1 comentario :

  1. Entro con la idea de ver una película sobre un personaje que sabe mucho, una historia brillante de un hombre brillante, con una mente privilegiada y me encuentro con un actor al que he visto no hace mucho en una serie, casi con el mismo patrón. Listo y como todos los genios, en su mundo, con la sabiduría del que se sabe superior. Me encuentro a Sherlock Holmes (personaje que da vida en la serie) con ese punto que lo une a Sheldon Cooper, pero muy alejado del registro cómico.
    Además de los primeros que también salen, es el Gran jefe de la marina o del ejercito, interpretado por Charles Dance, que es uno de los reyes de Juego de Tronos, por lo que por más que lo intento, no puedo desconectarlos a los dos de sus anteriores personajes. Ya introducidos en las tramas que se van intercalándose en el metraje, vas alejando la interpretación del protagonista de la arrogancia Sherlock, y vas empezado a entrar en el mundo de Turing, entras en su mente y ves el raciocinio y las formas de actuar y pensar.
    Keyra está en su nivel, normalito, al igual que el resto del reparto, pero pienso que es para dar mucha más relevancia a Turing.
    Una cosa que se está convirtiendo a habitual, es saber que de la forma más chorra del mundo, es la clave para la resolución del gran problema, aunque en este caso, así es.
    8/10

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